Según nuestro estado mental o en términos más populares, según la forma en la que estemos vibrando, así tambíen será el sexo que tengamos.
He observado en mi experiencia y en la ajena, que existen todo tipo de experiencias sexuales tanto positivas como negativas; a veces el sexo te eleva y te convierte en alguien mejor, atrayendo bienestar, salud y fortuna mientras que otras es todo lo contrario, te trae enfermedad, calamidad, malestar y sufrimiento.
Todo es energía y la forma en que vibra la nuestra (mental y corporal) hace que atraigamos o que repelamos lo similar o lo opuesto. Te has preguntado alguna vez ¿por qué siempre atraes a tu vida el mismo tipo de personas, con las mismas circunstancias de escacez, con los mismos problemas, con las mismas carencias y traumas? Bueno, una hipótesis de respuesta sería por tu vibración, porque atraes hacia tí lo que vibra en la misma frecuencia.
No percibimos, no escuchamos, vemos o conectamos con personas que vibren en una frecuencia muy diferente a la nuestra; alguien felíz, lleno de amor y con una actitud positiva ante la vida, no se vinculará, fijará o se relacionará con alguien lleno de odio, infeliz y con actitud negativa hacia la vida.
Nuestros pensamientos, emociones y acciones determinan la energía que creamos y transmitimos; si es una buena energía, positiva y bondadosa, llena de amor, diría que es una frecuencia alta o elevada, mientras que si la energía que generamos es negativa, maligna y llena de odio la llamaría frecuencia baja o deprimida.
En términos psicológicos hablo del estado mental de las personas, de sii estos procesos mentales de percepción, cognición, emoción y conducta generan estados mentales positivos o negativos, de bondad o de maldad.
Tanto la bondad como la maldad son estados mentales, circunstancias coyunturales que pueden convertirse en permanentes, en estructuras sólidas de personalidad.
El estado mental de la maldad es aquél donde la persona conciente y voluntariamente desea hacerle daño a otro y lo disfruta cuando lo hace, sin que surga durante o después de sus acciones arrepentimiento alguno; en la maldad se disfruta del poder de lastimar a otro, en esto se diferencia de un desbordamiento emocional, donde por ira, lastiman a otro sin tener consciencia de las consecuencias, pero cuando se ha generado el daño, viene el arrepentimiento y la culpa porque su verdadera intención (cognición) nunca fue lastimar de tal forma.
El estado mental de bondad al contrario, es aquél, donde se quiere realizar una acción que genere bienestar, confort o alivio a otra persona sin esperar nada a cambio; la gran satisfacción o placer se genera al dar.
Todos experimentamos estos estados mentales a lo largo de nuestras vidas, pero si los cultivamos, podrán convertirse en una actitud y hasta en un rasgo permanente de nuestra personalidad, la bondad o la maldad.
Ahora, respecto del sexo, he observado distintos tipos de relaciones sexuales que podrían surgir según nuestro estado mental o frecuencia vibratoria, que van desde el extremo de lo positivo pasando por el cero (neutro) hasta el otro extremo, el negativo.
Los distintos tipos de sexo según nuestro estado mental o frecuencia vibratoria se caracterizan por lo siguente:
1. Sexo maligno: Son personas en su vibración más baja, con su lado oscuro desbordado (lujuria, locura, maldad, caos y muerte); tienen un fuerte estado mental de maldad, desequilibrado y sin límites. Buscan venganza, dañar, contaminar, generar sufrimiento y hacer pagar a otros por lo que les tocó vivir.
El resentimiento, el rencor y el odio son emociones, estados mentales y sentimientos permanentes. No les importa nada ni nadie y ven a los otros como meros medios para conseguir sus fines, les gusta jugar a ser Dios.
Son psicópatas disfuncionales carentes de empatía, sensibilidad o compasión, incapaces de amar, con un ego enfermo y de proporciones titánicas; son depredadores sexuales pervertidos o degenerados, que no pueden convivir en pareja salvo con otro igual que termina siendo su cómplice en la maldad; no guardan fidelidad; huelen y deben saber horrible haciendo que el sexo con ellos sea una experiencia traumática y asquerosa. A esta persona fue otro monstruo el que la convirtió a su vez en una pesadilla.
Como ejemplo de estos personajes encontramos asesinos seriales, sádicos, maltratodores de animales y personas, pedófilos y tiranos. Tuve conocimiento de personas que sin escrúpulos contagiaban intencional y conscientemente a otros con vih, contaminándolos por diversión y resentimiento, ya que a ellos también los engañaron.
2. Sexo tóxico: Menos malvado que el anterior; sólo le importa sí mismo, su ego, no el de otras personas. Buscan de manera egoísta el placer y la satisfacción de su instinto y deseo sexual, razones por las cuales nunca le es suficiente una pareja.
Obsesionados con el orgasmo, la eyaculación y copular a la más mínima oportunidad. Disfrutan de someter y controlar sexualmente a otros dando placer y dolor alternativamente, como herramientas de castigo y recompansa. Fríos, calculadores, egoístas, mentirosos compulsivos (se mienten incluso a sí mismos también), interesados en el logro y el poder. Usan a los demás como objetos sexuales y trofeos sin empatía real, sólo simulada.
Como diría una paciente, es un hombre que usa a las mujeres como un inodoro... no les deja nada bueno, pareciera que le dejara por dentro su escoria e inmundicie. Fuertes palabras, pero son una realidad para muchos y muchas.
Algunos rasgos o actitudes vinculados con este perfil son el machismo/feminismo, misoginia, psicopatía, narcisismo, clasismo, xenofobia, radicalización política, religiosa, sexual o cultural, egoísmo, poca capacidad o interés por escuchar a otros y los ambiciosos y avaros a quienes sólo importa el dinero y el poder como medio para obtener el amor de otros.
3. Sexo curioso: Es neutro, ni bueno ni malo, se trata de la exploración sexual de las personas en el desarrollo de su sexualidad, experimentar, probar y vivir. El resultado de la experiencia será positivo o negativo según el perfil sexual de su pareja y lo vivido con ella.
Se trata de la mera experimentación sexual con personas, objetos y circunstancias fruto de su despertar o de su liberación sexual; mientras que el despertar se refiere al ciclo biológico, la liberación está relacionada con romper la represión sexual preexistente en cualquier edad.
4. Sexo apasionado: Es el fruto de una sana sexualidad de personas relativamente estables mentalmente, con actitudes proactivas, asertivas y positivas ante la sexualidad y la vida. Estas personas buscan dar y recibir placer, les importan sus parejas y anhelan la felicidad. Son personas que buscan amar y ser amadas, que quieren experimentar el máximo placer en compañía de su pareja; buscan una gran experiencia sexual para los partícipes del sexo, darlo todo y recibirlo también.
Tienen empatía, compasión y experiencia; ya han tenido eventos tanto positivos como negativos en lo sexual y sentimental, razón por la que no quieren repetir sufrimientos pasados ni generárselos a otros.
5. Sexo con amor: Es un sexo profundo, trascendental y vincular; el placer, la experiencia y la energía trasciende dimensiones y genera vínculos intensos, íntimos e indestructibles.
Es el sexo en el que despierta el amor más profundo y real, cuando damos todo sin esperar nada a cambio anulando nuestras defensas y haciéndonos vulnerables ante el otro por no ser correspondidos o por recibir mucho menos. El placer y el amor se experimentan en una dimensión más profunda, en el fondo de nuestro ser surge la creación de la vida y la luz. Es una experiencia energética y espiritual única e irrepetible con cada nueva pareja.
En esta interacción el asco se anula y el amor limpia, libera, sana y trasciende las mentes individuales para fundirse en el todo, en la consciencia universal. Durante y después de este sexo, las personas brillan, resplandecen, florecen en todo su esplendor, generando un suministro enorme de dopamina, serotonina y oxitocina, un estado de enamoramiento supremo. Este tipo de sexo genera salud, prosperidad, serenidad, felicidad, sabiduría y trascendencia.
Todos podemos experimentar cada uno de estos tipos, pero será nuestra decisión cultivar la actitud, vibración o estado mental respecto al sexo; usted decide si quiere vivir un infierno o compartir el cielo, es aquí y ahora mismo.
Le comparto el siguiente cuadro que le permitirá entender con claridad las características y diferencias entre los tipos que sugiero. Me despido recalcando que este trabajo es fruto de mi experiencia profesional como psicólogo y sexólogo, así como de mis observaciones personales en mis relaciones sentimentales y no pretende ser una verdad absoluta; está sujeta a discusión y análisis y sólo pretende ser una herramienta más de autoconocimiento.
Por si todavía necesita herramientas para pensar en su vibración, observe cómo las partículas de colores diferentes se agrupan por colores al pasar vibrando a través de cristales de cuarzo. Tenga cuidado con quien comparte su intimidad, con quien tiene sexo, a quien le brinda su amistad o de quien escucha consejos...
Excelente articulo, me encanta el poder comprender un poco mas el tema de las biraciones y la epigenetica del caso, en lo conscerniente al Sexo... no es poca cosa, es la energia que guia un sin numero de comportamientos, constructivos y destructivos, Eros y Tanatos, me encantaria que se profundice en todo el tema y como aprender a vibrar mas alto a traves del sexo!!! 🤗